Pocos temas en la actualidad han sido tan discutidos como la controversia de ChatGPT, una herramienta que está dando mucho de qué hablar y de la que aún existe bastante tela que cortar. Descubre todo al respecto en este artículo que hemos elaborado para ti.
¿Deberían prohibir el ChatGPT los gobiernos o promover el uso inteligente de este programa de IA?
Para quienes no lo conozcan, el ChatGPT es una herramienta de inteligencia artificial creada por OpenAI, con la idea de generar una revolución en la industria de la tecnología.
Sin embargo, su aparente eficiencia y su potencial peligrosidad han amenazado con consecuencias severas como el reemplazo laboral, la trampa académica y el sesgo político, planteando una controversia razonable.
Así es como se ha llegado a una álgida discusión entre dos vertientes, por lado el aprovechamiento de esta increíble tecnología en pro del avance, y por el otro normar y regular su uso para evitar despidos masivos, atraso en el ámbito del aprendizaje educativo y más.
A esta situación se le suma la reciente prohibición de la herramienta en Italia que se ha extendido a otras naciones como Francia, Irlanda, Alemania y Canadá, países que comparten políticas de gestión bastante parecidas.
En Italia, las autoridades en materia de protección de datos vieron con preocupación cómo esta herramienta recopila y almacena cantidades masivas de datos personales sin ningún tipo de fundamento legal, dándole a la empresa creadora OpenAI un lapso de 20 días para realizar los cambios pertinentes o correr con las consecuencias de una multa por millones de euros.
En este mismo orden de ideas, grandes figuras de la industria tecnológica y empresarial como Elon Musk han pedido a sus homólogos hacer una pausa a la inteligencia artificial y evaluar todos los aspectos inherentes a la materia.
A pesar de ello, otros países se han mostrado más preocupados por los problemas relacionados con el sesgo algorítmico de esta tecnología, como es el caso de Estados Unidos.
Ante esta realidad muchos miran con preocupación la imposibilidad de aprovechar las cualidades positivas de esta tecnología en materia de inteligencia artificial como el aumento de la eficiencia y la productividad empresarial.
En tal sentido, se estima que al implementar estas regulaciones tanto en Italia como en otros países se podría evitar que se aprovechen los beneficios de la herramienta y desanimar a los investigadores que han desarrollado sistemas de inteligencia artificial similares.
Esto se debe a que las prohibiciones no solo afectan a quienes hacen mal uso de la herramienta sino también a aquellos que la emplean de manera respetuosa con la ley.
Si bien es cierto que parte de toda la problemática se debe a la desinformación y a la difamación de la cual ha sido víctima el ChatGPT, en realidad ha servido como un llamado de atención para que las autoridades reflexionen acerca de hasta dónde le pueden permitir llegar a la inteligencia artificial.
Por su parte, los especialistas aseguran que estas herramientas de inteligencia artificial desarrollan sus capacidades de aprendizaje a través de la imitación y el mimetismo más que por medio de la comprensión genuina similar a la de los seres humanos, aunque muchos aseguran que las respuestas del ChatGPT parecieran cada vez más humanizadas, lo que puede hacerlas más propensas a errores de veracidad.
En resumen, aunque el ChatGPT ha generado preocupaciones respecto a su impacto negativo, es posible que las prohibiciones aplicadas en diversas naciones no sean la solución para tratar con esta tecnología recién implementada.
En cambio, el camino a seguir podría ser el de sancionar y regular los daños generados por la inteligencia artificial y evaluar cómo interactúa esta tecnología con la ley, evitando así sus consecuencias negativas sin frenar el avance que esta podría representar para la humanidad en general.
Solo resta esperar y ver cómo se resuelve esta controversia actual en el mundo.